Quienes están involucrados directamente en cualquier tipo de proyecto empresarial (sobre todo si está enfocado al comercio electrónico) son conscientes de que es imposible hacer negocios si los clientes no están satisfechos.
Son ellos quienes dictan el flujo y la distribución de cualquier producto o servicio.
Ése es el motivo por el que cualquier empresa activa necesita un departamento de logística. Sin él, no es posible medir la satisfacción de los clientes ni realizar correctamente los cálculos relativos al proceso que permite que los productos lleguen hasta los consumidores.
Sin embargo, para saber de qué se encarga el departamento de logística de una empresa, hay que fijarse en otras muchas cosas.
De hecho, este departamento tiene una responsabilidad muy especial en todas y cada una de las empresas, ya que está centrado en todo momento en llevar a cabo los cálculos y los controles relativos a las cadenas de suministro.
Contents
¿Qué es la logística?
La logística se refiere al proceso general de gestionar cómo se adquieren, almacenan y transportan los recursos hasta su destino final.
La gestión de la logística implica identificar a proveedores y distribuidores potenciales, determinando su eficacia y los costes asociados. Esta función es llevada a cabo por los expertos en logística.
En sus inicios, “logística” era un término militar que se usaba para hacer referencia a la manera en la que el personal conseguía, almacenaba y movía el equipamiento y los suministros.
Sin embargo, hoy en día es una palabra usada ampliamente en los negocios, sobre todo en el caso de las empresas de los sectores manufactureros, y que se refiere a la forma en que se manejan y se transportan los recursos a lo largo de la cadena de suministro.
¿De qué se encarga el departamento de logística?
Como ya he mencionado, la logística se centra en comprender todo el proceso que va desde el origen de un producto o servicio hasta su distribución y uso final. Un ejemplo de esto sería Amazon.
El departamento de logística se encargaría de determinar qué productos compran los distintos tipos de consumidores, cómo llegan hasta los clientes y cuál es su nivel de satisfacción general en relación a los productos adquiridos.
Por lo tanto, se puede considerar como el cerebro del cuerpo, siendo el cuerpo cualquier iniciativa empresarial o cualquier proceso de venta de productos y servicios.
A medida que dichos productos se fabrican, se distribuyen y se consumen, el departamento de logística debe trabajar duro para tratar de comprender con exactitud cómo ha ocurrido todo.
Para ello se tienen en cuenta tanto los puntos fuertes como los débiles, ya que pueden ayudar a comprender los potenciales éxitos y fracasos que puedan ocurrir en el futuro.
Comprender la logística en la gestión empresarial
En pocas palabras, el objetivo de la gestión de logística consiste en disponer de la cantidad adecuada de un recurso en el momento preciso, llevándolo hasta el lugar correcto en las condiciones adecuadas y entregándoselo al cliente correcto (tanto si es interno como externo).
Un ejemplo que permite entender mejor de qué se encarga el departamento de logística sería la industria del gas natural.
En este caso, la logística implica la gestión de los conductos, los camiones, las instalaciones de almacenamiento y los centros de distribución que manejan la materia prima a lo largo de la cadena de suministro.
Para reducir los costes manteniendo o aumentando la eficiencia resulta fundamental disponer de una cadena de suministro eficiente y de procedimientos logísticos eficaces.
Una mala logística provoca entregas fuera de plazo y la incapacidad para satisfacer las necesidades de los clientes, lo que a su vez afecta a todo el negocio.
El concepto de la logística empresarial ha ido variando desde los años 60 del siglo pasado.
El aumento de la complejidad del proceso de suministro de materiales y recursos a las empresas, así como la expansión global de las cadenas de suministro, han llevado a la necesidad de profesionales especializados a los que se conoce como gestores de la cadena de suministro.
Hoy en día, el boom de la tecnología y la complejidad de los procesos logísticos han dado lugar a programas de gestión logística y a empresas especializadas que agilizan el movimiento de los recursos a lo largo de la cadena de suministro.
Precisamente, uno de los motivos por los que las grandes tiendas online (como Amazon) han conseguido dominar la venta al por menor es el nivel de innovación y eficiencia de sus procesos logísticos a lo largo de toda la cadena de suministro.
En este sentido, las empresas que se dediquen a la fabricación de productos pueden optar por externalizar la gestión de su logística contratando a consultores externos, o bien gestionarlo todo de forma interna en caso de que les resulte más rentable.
Por qué es importante la logística
La implementación de una logística fluida resulta esencial para satisfacer las exigencias de los clientes y para superar a la competencia.
Ahora bien, si se quiere entender con más detalle de qué se encarga el departamento de logística, también hay que considerar otros motivos por los que resulta importante:
Afecta a tu cuenta de resultados
Todo lo relacionado con la logística afecta a la cuenta de resultados. Esto incluye las tarifas de envío, el coste del combustible, el deterioro de la mercancía, el almacenamiento y cualquier otro aspecto involucrado en la entrega del producto a un cliente.
Por ejemplo, si puedes reducir el deterioro de la mercancía y los costes relacionados con la logística, podrás ahorrar una cantidad significativa de dinero y aumentar tus márgenes de beneficio.
Para ello debes asegurarte de que pagas los mejores precios posibles por la distribución y la entrega, a la vez que mantienes la cantidad adecuada de productos disponibles para vender a los clientes.
Afecta a la experiencia de los clientes
Una logística fluida permite ofrecer un servicio excelente a los clientes, garantizando que reciban los productos que desean justo cuando los necesitan.
En este sentido, es posible mejorar la experiencia de los clientes mediante la automatización de funciones como el control de los inventarios, lo que te permitirá determinar con más rapidez cuáles son los productos disponibles y cuáles debes incluir en tus próximos pedidos.
También es importante mantener informados a los clientes para que puedan saber el estado de sus pedidos. Para ello puedes proporcionarles números de seguimiento, ya que les facilitará la labor de controlar los pedidos que realicen.
Por otro lado, en el caso de los pedidos que puedan tardar más de lo habitual, puedes indicárselo a los clientes desde el primer momento: ser sincero en relación a la logística y a la entrega de tus productos te ayudará a mantener la fidelidad y la satisfacción de tus clientes.
Partes de la logística
Para saber de qué se encarga el departamento de logística de una empresa también resulta fundamental comprender con detalle cuáles son las distintas funciones que puede llegar a abordar:
Recepción de mercancías
La recepción de mercancías se refiere al movimiento de bienes y materiales desde un proveedor hacia la empresa. Abarca actividades como el envío, el almacenamiento y la distribución de piezas y materias primas usadas en la producción.
También puede incluir la gestión del inventario, la búsqueda de proveedores y la optimización del movimiento de los bienes desde los suministradores hasta tu almacén, tu tienda o tu fábrica.
Envío de mercancías
El envío de mercancías es el flujo de productos terminados desde una empresa a sus clientes o usuarios finales. Estas actividades incluyen el servicio de atención al cliente y la gestión de los canales de distribución.
Por ejemplo, si el departamento de ventas de una empresa recibe un pedido de un cliente, debe comprobar el inventario para asegurarse de que dispone de existencias de ese producto. A continuación, tiene que remitir el pedido al almacén para empaquetarlo y enviárselo al cliente.
Almacenamiento
Esta función se refiere al depósito seguro de los bienes o de la información en un lugar concreto. Es necesario para la mayoría de las empresas que fabrican, exportan, importan o transportan bienes.
Los almacenes permiten guardar de forma segura y organizada los productos, de forma que la empresa pueda controlar dónde están ubicados, durante cuánto tiempo han estado almacenados, cuándo se recibieron y cuál es la cantidad disponible.
En el caso del comercio electrónico, los bienes se guardan en un almacén hasta que un cliente realiza un pedido a través de la página web de la empresa, de manera que se envíe el producto directamente al cliente.
Sin embargo, en la venta al por menor tradicional, las empresas guardan los productos en un almacén antes de llevarlos a una tienda física.
Gestión de flotas
La gestión de flotas se refiere a la gestión de los automóviles, los aviones, los barcos y los trenes que se usen como parte de la logística.
Esto abarca distintas funciones como la financiación y el alquiler de vehículos, la obtención de licencias, el cumplimiento de requisitos, el mantenimiento de los vehículos y la gestión de los accidentes, todo ello en el contexto de la gestión de la cadena de suministro.
Una gestión eficiente de las flotas permite a las empresas que dependen del transporte disminuir o eliminar los riesgos derivados en la inversión en vehículos. Esto mejora la eficiencia y la productividad, reduce los costes de personal y de transporte, y permite cumplir con las regulaciones estatales.
Procesamiento de pedidos
El procesamiento de pedidos es la labor que abarca el almacenamiento de los bienes, el empaquetado de los pedidos y la entrega de los productos a los clientes.
En un sentido más amplio, incluye las actividades que van desde el momento en que un cliente realiza un pedido hasta que lo recibe. El procesamiento de los pedidos se puede gestionar de forma interna o externalizarlo contratando a una empresa especializada.
El procesamiento interno de los pedidos es el que tiene lugar cuando las empresas gestionan su propio almacén y sus operaciones de envío, normalmente recurriendo a su propio personal. Es la opción ideal para las empresas afianzadas o las que quieran tener un control absoluto sobre sus operaciones.
Por contra, la externalización del procesamiento de los pedidos se produce cuando las empresas contratan a un proveedor especializado para realizar dicho procesamiento en su nombre. Es la mejor opción para las empresas que quieran ahorrar tiempo al no gestionar de forma interna estas funciones.
Gestión del inventario
El inventario se refiere a los bienes o materiales que la empresa pretende vender a los clientes para obtener un beneficio. En este sentido, la gestión del inventario es un componente crítico de la cadena de suministro.
El motivo es que realiza un seguimiento de dicho inventario desde la fábrica hasta el almacén, y de ahí al punto de venta.
El objetivo principal de la gestión del inventario consiste en disponer de los bienes o materiales correctos. Esto implica determinar cuándo se hacen los pedidos, cuánto hay que pedir y dónde se deben almacenar los productos. De esta manera, los pasos básicos para gestionar el inventario incluyen:
- Adquisición del inventario: se realiza cuando una empresa compra los componentes o las materias primas y las transporta al almacén.
- Almacenamiento del inventario: se produce cuando una empresa almacena las mercancías hasta que son necesarias. Esto incluye las materias primas y los productos finalizados, que pueden guardarse en un almacén o en cualquier otra ubicación física.
- Rentabilización del inventario: permite controlar los productos vendidos por una empresa. Incluye la salida de los productos finalizados para procesar los pedidos y la entrega de dichos productos a los clientes.
Manipulación de mercancías
La manipulación de las mercancías es el movimiento de los bienes o los materiales dentro de un almacén o una zona de almacenaje. Implica el uso de equipamiento y sistemas manuales, semiautomáticos o automáticos.
Para ello, es importante tener en cuenta el depósito, la protección y el control de los bienes a lo largo de las fases de fabricación, almacenamiento y distribución.
Planificación de la demanda
La planificación de la demanda es otras de las fases más importantes para determinar de qué se encarga el departamento de logística de una empresa. Se trata del proceso de predecir la demanda para garantizar una entrega rápida y fiable de los productos.
Una planificación efectiva de la demanda permite mejorar la precisión de las previsiones de ingresos de una empresa, aumentar la rentabilidad de un canal o un producto concretos, y adaptar el inventario según la demanda.
Los planificadores de la demanda analizan con detenimiento los factores internos y externos que podrían afectar a la misma, incluyendo la actualidad informativa, los patrones meteorológicos, los desastres naturales y los problemas laborales.
De hecho, recopilar información de todas las fuentes posibles es una manera efectiva de disponer de una previsión precisa sobre la demanda de los clientes. Los procesos que abarca la planificación de la demanda incluyen:
- Gestión de las promociones comerciales: las promociones comerciales son estrategias publicitarias que tienen el objetivo de aumentar la demanda en las tiendas mediante ofertas, sorteos, descuentos y otras tácticas similares. Pues bien, la gestión de las promociones comerciales ayuda a las empresas a estrechar los vínculos con las tiendas y a destacar con respecto a sus competidores mediante la organización de actividades de promoción más eficaces.
- Gestión del catálogo de productos: es el proceso que gestiona todos los aspectos relacionados con el ciclo de vida de los productos, desde la planificación de un producto nuevo a la planificación de su descatalogación. El objetivo es mantener una visión de alto nivel de todo el catálogo y determinar cuáles son las dependencias e interconexiones entre las distintas líneas de productos.
- Predicción estadística: se refiere al proceso de usar datos históricos para generar previsiones relativas a la cadena de suministro mediante una gran variedad de algoritmos estadísticos avanzados. En la planificación de la demanda es importante disponer de previsiones basadas en los datos para evitar excesos o carencias en el inventario con el fin de garantizar que los clientes se sientan satisfechos.