Muchas veces, no es hasta que la Agencia Tributaria inicia su campaña que nos damos cuenta de que tenemos que presentar la Declaración de la Renta.
Sin embargo, la realidad es que podemos tomar una variedad de pasos a lo largo del año para averiguar cómo pagar menos IRPF, es decir sobre la renta personal y la reducción de impuestos.
Tanto a nivel estatal como en las comunidades autónomas, cada año se realizan modificaciones en la cuenta de resultados. El primer consejo es que conozcas las deducciones típicas de tu comunidad y te asegures de que puedes beneficiarte de ellas.
Las deducciones más pertinentes se informarán en la prensa, y no tendrás muchos problemas para encontrarlas en Google.
Por otro lado, si lo que está buscando es una descripción general de cómo reducir tu impuesto sobre la renta personal en tu próxima declaración de impuestos, has venido a la publicación correcta.
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Deducciones autonómicas
Si sabemos cómo deducirlos, hay muchos gastos diferentes, como costos de cuidado de niños, costos de educación, costos de transporte y alquiler, que pueden resultar en ahorros en el impuesto a la renta personal.
Primero debes confirmar que las deducciones fiscales que te son aplicables en función de tu comunidad autónoma están vigentes y utilizarlas para poder deducir estos costes.
Aunque es importante tener en cuenta que una parte significativa de estas deducciones regionales solo están disponibles para los contribuyentes que se encuentran dentro de ciertos umbrales de ingresos. Algunas de las deducciones regionales más populares se muestran en el siguiente gráfico.
Realiza donativos
A pesar de que dar es un acto voluntario y gratuito, pagar impuestos es un requisito para hacerlo legalmente. Así, como señala algunos profesionales, hay que tener en cuenta una serie de factores fundamentales desde la perspectiva del coste fiscal de una donación:
Para el donante, hacer una donación implica no sólo agotar los bienes a los que está destinada, sino también pagar impuestos (IRPF) como si los hubiera vendido y recibido el producto. Cada año, a la hora de elaborar la Declaración de la Renta, esto debe tenerse en cuenta.
En el plazo de un mes desde la aceptación formal de la donación, el donatario deberá pagar dos impuestos.
Impuestos sobre donaciones y, si se trata de bienes inmuebles, impuestos sobre los incrementos de valor de los terrenos de naturaleza urbana (también conocidos como plusvalías municipales).
La mayoría de las comunidades autónomas ofrecen exenciones fiscales a las donaciones que van desde casi hasta la exención.
Sin embargo, ten cuidado, ya que esto solo ocurre cuando las donaciones se realizan en nombre de los hijos, padres, cónyuge o, en algunos casos, parejas de hecho de una persona. Es crucial e imprescindible indagar sobre las leyes territoriales precisas que serán relevantes en cada caso por este motivo.
Planifica el plan de pensiones
Ahorrar para el retiro en un plan de pensiones, si tus finanzas familiares lo permiten, afectará directamente tu pago de impuestos porque la cantidad que aportes a este tipo de herramienta financiera deducirá directamente tus ingresos de los rendimientos del trabajo.
Cuanto más ventajosa sea esta opción para usted, mayores serán tus ingresos (correspondientes a una categoría impositiva más alta).
A nivel estatal, estas aportaciones se han reducido significativamente a nivel individual, con un tope de 1.500€ en 2022; no obstante, si la aportación la realiza tu empleador en un plan de pensiones de empleo, puede llegar hasta los 8.500€ con un tope conjunto de 10.000€.
La aportación máxima en algunas comunidades sigue siendo de 5.000€, pero en este caso el tope combinado con la aportación empresarial varía según el territorio histórico.
La capacidad de rescate después de 10 años desde la fecha de apertura es otra ventaja, pero los rescates deben manejarse con cuidado porque, al igual que los planes de pensiones, que ofrecen importantes beneficios cuando se realizan aportes, también aumentarán los ingresos del trabajo al momento de la cotización, redención y, en consecuencia, estar sujeta a tributación de acuerdo con las tablas de rendimiento del trabajo.
Por este motivo, es fundamental contar con un asesor financiero de confianza a tu lado tanto durante el proceso de aportación como durante el canje.
El secreto para aprovechar al máximo las ventajas de esta herramienta será planificar el rescate para que el pago de impuestos tenga el menor impacto posible.
Otro consejo importante al respecto es que tomes una decisión sabia sobre el plan en el que pone su dinero porque hay muchas variaciones de un fondo a otro.
Comunica todos los cambios
Debes tener en cuenta que es crucial informar a su empleador si algo ha cambiado en tu vida personal. Por ejemplo, el nacimiento de un hijo, un divorcio o una discapacidad. La razón de esto es que la compañía retenedora te descuenta una parte de tu nómina.
La cuenta de resultados suele poder ajustarse equitativamente a cero utilizando este porcentaje de retención a cuenta de Hacienda si está bien definido.
No se realizó una correcta retención de cuenta durante el año, lo cual es una de las principales causas del temido “¡Me toca pagar!” mensaje si no ha trabajado para esa empresa todo el año pero en cambio tienes ingresos de otros pagadores. En este caso, debes tener precaución.
Mucha gente también desconoce otro dato crucial: Por muchas deducciones adicionales que tengamos que utilizar, Hacienda sólo nos devolverá como máximo la cantidad que ya nos ha retenido por adelantado.
Retribución en especie
En primer lugar, debe aclararse que cuando se habla de salario en especie o remuneración en especie, se hace referencia a un tipo de pago donde el trabajador recibe una suscripción con servicios o bienes en lugar de una remuneración en efectivo por una parte de los servicios prestados a la empresa.
Dado que el pago en especie o la remuneración en especie constituyen ingresos de hecho para el trabajador, la nómina debe dar cuenta de su valor. Por ello, debe calcularse teniendo en cuenta la normativa del IRPF.
Es importante señalar que este tipo de retribución tiene un tope: en todo caso, la retribución en especie no puede superar el 30% del salario del trabajador.
Los tipos de compensación en especie han cambiado con el tiempo; en este momento, las acciones de la empresa, los seguros de salud privados y los automóviles de la empresa se encuentran entre los más populares.
Las retribuciones en especie deben informarse en la cuenta de pérdidas y ganancias por considerarse rendimientos del trabajo. Te recordamos que una retribución en especie o salario en especie da lugar a retención en el IRPF por ser un apoyo a la Seguridad Social.
El hecho de que algunos de los bienes y servicios que reciben los empleados no se consideren retribuciones en especie significa que no están sujetos a tributación.
Por tanto, la retribución en especie puede suponer un ahorro fiscal en la cuenta de resultados tanto para el trabajador como para el empresario.
En particular, otorga al empleador la posibilidad de beneficiarse de negociaciones salariales favorables y, en algunas circunstancias, de deducir las cotizaciones a la Seguridad Social además de servir como herramienta para la retención del talento y la fidelización de los empleados.
La retribución en especie debe definirse como una forma de compensación en una cláusula del contrato de trabajo y debe informarse en la nómina. En consecuencia, se considera para efectos del impuesto sobre la renta.
Patrimonio protegido para discapacitados
El patrimonio protegido es una masa patrimonial que no tiene personalidad jurídica propia pero que, sin embargo, está inmediata e inequívocamente vinculado a la satisfacción de las necesidades básicas de la persona con discapacidad.
Está separado de los demás bienes personales del propietario y se administra y regula de manera diferente a los demás bienes personales del propietario.
Siempre que se considerará que dicho beneficiario tiene una discapacidad:
- Tiene una discapacidad que le afecta en un grado de al menos el 33 por ciento.
- Tiene una discapacidad física o sensorial que le afecta en un grado de al menos el 65por ciento.
El importe de la aportación en el año en que se realice podrá deducirse de la base imponible del IRPF del contribuyente, hasta un máximo de 10.000 euros anuales, para todos los bienes protegidos a los que realice aportaciones.
El total de todas las reducciones realizadas por quienes realicen aportaciones al mismo patrimonio protegido no podrá exceder de 24.250 euros anuales. Los excesos en exceso del límite de reducción podrán ser reducidos en los cuatro períodos impositivos siguientes.
Cuando se realice más de una donación en apoyo de un mismo patrimonio protegido y se alcance el límite conjunto de 24.250 euros, las reducciones correspondientes a dichas donaciones deberán ser reducidas en la medida correspondiente.
La aportación debe ser realizada para poder optar a la reducción:
- Los que estén relacionados con el beneficiario en forma directa o indirecta hasta el tercer grado inclusive.
- Por el cónyuge del discapacitado.
- Para quienes tuvieron su custodia mientras estuvieron en tutela o acogimiento familiar.
Los contribuyentes del IRPF que ejerzan una actividad económica no tienen derecho a la reducción por aportaciones de elementos relacionados con dicha actividad.
Los aportes que haga el titular del patrimonio protegido tampoco darán derecho a reducción porque no estaríamos ante un verdadero aporte sino un cambio de afectación de su patrimonio genérico a su patrimonio protegido.
Las ganancias patrimoniales que el contribuyente obtenga después de realizar aportes al patrimonio protegido de las personas con discapacidad no están sujetas al impuesto.
Deducción de la vivienda habitual
La propiedad tenía que ser comprada a través de una hipoteca o renovada antes del 1 de enero de 2013, lo que ocurriera primero, para que la canceláramos. Después de ese punto, la medida no se aplicará a las propiedades compradas.
Quienes cumplan los requisitos podrán desgravar sus viviendas de la siguiente forma: se aplica el 15 por ciento sobre el total de las cuotas mensuales de la hipoteca a lo largo de un año, que no puede superar los 9.040 euros.
En consecuencia, un contribuyente sólo puede recibir hasta 1.356 euros por su vivienda.
¿Qué pasa si cambiamos de banco hipotecario? Aunque nos subrogamos por cambio de acreedores, se mantiene la desgravación fiscal porque la Agencia Tributaria considera que desde que nos subrogamos seguimos pagando desde el año en que terminamos nuestra relación con el banco anterior, es como si hubiésemos firmado con el banco corriente anterior a 2013 en ese momento.
Pongamos como ejemplo el siguiente escenario: si firmé mi hipoteca en 2012 a un plazo de 30 años y me subrogo en 2021, solo me haré cargo de pagar los 21 años restantes en el nuevo banco, eliminando el beneficio fiscal.
Esta es la razón por la que, a pesar de que nos hemos subrogado, este beneficio fiscal sigue vigente.
Dos tramos, el estatal y el autonómico, componen la deducción de rentas en la cuenta de resultados. A partir de enero de 2015, la primera cláusula ya no existe, por lo que solo se aplica a los inquilinos cuyos contratos de arrendamiento se firmaron antes de esa fecha.
Si la base imponible es inferior a 24.107.050 euros, tanto para la tributación individual como conjunta, el Estado deducirá el 100,05 por ciento de la renta de los rendimientos del alquiler de la vivienda.